El acercarse a preguntarle a un turista en Cusco qué es lo que más le gusta de ahí, significa escuchar un sinfín de halagos (que es lo más habitual) acerca de lo fabulosa que luce su ciudadela, o sus construcciones incaicas como Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo y por lo cuál también es conocido Cusco.
El rostro de la informalidad en Cusco
Si bien es cierto, Cusco es uno de los lugares que se ha caracterizado por ofrecer una diversidad turística, pero a su vez corre un alto riesgo de informalidad laboral, que ha profundizado los problemas económicos a consecuencia de la pandemia por COVID-19. Cusco es una ciudad que actualmente cuenta con serenazgos en diferentes zonas y el personal de policía, sin embargo, hace falta más personal para tener una mejor vigilancia y así mismo combatir esta problemática.
A diario, la Plaza de Armas de Cusco es tomada por ambulantes, cuya actividad genera aglomeración y desorden. La mayoría de comerciantes informales ofrecen productos como artesanías, verduras y frutas en la vía pública. Provocando así la contaminación de los alimentos y acumulación de basura en las calles donde laboran. Además, genera malestar entre las personas que recurren a este lugar y entre los mismos comerciantes formales.
Los comerciantes ambulantes y el gobierno municipal
Un martes, con un clima caluroso, el personal municipal de turno tarde se encontraba rondando la Plaza de Armas de Cusco, como usualmente lo realizan por semana. Aquel 13 de septiembre del 2022, el señor Paco Huamán, policía municipal nos informó cuales son los lugares en donde más ocurre la informalidad, lo cual nos dijo que son Plaza de Armas, Regocijo y una parte de la Av, El Sol, las estrategias que ellos implementan es realizar operativos en ocasiones, pero últimamente con el actual gobierno todo se ha ido al abandono. También informó desde cuanto tiempo existe la informalidad en Cusco y que han recibido diversas denuncias. “La informalidad existe bastantes años, siempre se ha tratado de controlar, pero lamentablemente no se ha podido, ahora por la pandemia el gobierno dio acceso y actualmente se ha triplicado. Hemos recibido varias denuncias y contra nosotros calumnias, denuncias de parte de ellos que utilizan a menores de edad por fines de escudo humano para trabajar en la vía pública”, dijo.
La voz de los comerciantes formales
Tras esta problemática, los que salen más afectados son los comerciantes formales, cada vez es más frecuente ver una rivalidad entre los dos: por el lado de los formales es proteger sus territorios comerciales, mientras que, por el lado de los comerciantes informales, es para ganar nuevo territorio.
Los comerciantes formales alegan que el Gobierno no está haciendo nada para combatir esta problemática y que a su vez está mandando a la quiebra sus negocios. Sin embargo, ellos están cumpliendo con los pagos para continuar con su negocio, porque deben poner en marcha la economía de su hogar y cumplir con el pago a sus proveedores.
Es así como Rosi Diaz, comerciante de artesanías en San Blas, nos comenta que no está de acuerdo con la venta informal, porque no realizan ningún pago, en cambio ellos en sus tiendas pagan sus impuestos, el agua, entre otros. También nos indica las medidas que quisiera que tome la municipalidad para lidiar con este problema. “Todos tenemos derecho a trabajar, pero pienso que a esas personas deberían de llevarlo a otro lugar, actualmente no ocurre eso por la gran cantidad de ambulantes”.
Ante esto, proponer que los informales, con ayuda de los municipales y el gobierno, se instalen en los stands desocupados que tienen muchas galerías no es una mala idea. Eso ayuda doblemente a los informales. Por un lado, esto les brindará un lugar fijo para trabajar; mientras que, por otro lado, ayudará a que se inserten a la formalización, que al final los beneficiará.
Un llamado de ayuda
Frente a esta tan difícil situación: ¿Qué deberían hacer las actuales autoridades?
Según Carlos Valderrama, vecino de la zona, manifestó: “Más que empadronar, deben enseñarles, educarlos y decirles que siguiendo los reglamentos van a ganar mejor, sus inversiones van a ser mejores, van a estar inscritos en la SUNAT y después buscarles un lugar y llevarlos”.
Si bien es cierto, el trabajo de las autoridades es fundamental, hoy más que nunca deberían de apoyarlos y brindarles una ayuda a los emprendimientos de los cusqueños. Las actuales autoridades tienen en sus manos la posibilidad de mejorar la vida de los ciudadanos o de encender más el malestar que se viene gestando.
Se necesita trabajo y honestidad a la vez que nos ayuden a formalizar a más personas, no solo para que contribuyan al dinero del Estado, también para que estas personas puedan aumentar su productividad y sus ingresos, y con esto su nivel de bienestar.
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