La prostitución es un trabajo que se ejerce todos los días, una realidad dura para las mujeres, un terror actual para las que se encuentran en el distrito de Lince. En la zona de Risso, son obligadas a ejercerlo porque, si es que no pagan un cupo, son cruelmente asesinadas por sicarios y mafias de trata de personas. Según la Interpol y la División de Homicidios, en los últimos 3 años aumentaron los casos de trata de personas y no hay nadie que los detenga, ni siquiera la policía.
“Directo a la Depincri”, es lo que dijo uno de los policías el 30 de octubre, una noche ruidosa y preocupante. En el muelle del Callao, a las 7:00 p.m. cae la banda PHS, los “Puros Hermanos Sicarios”, un grupo de sicarios de origen venezolano que se encontraban en una pequeña embarcación fueron detenidos. Hay 19 personas en total, 12 hombres y 7 mujeres que solo hacen compañía hasta que termine su servicio. Cuando ellos se percatan que la policía los estaba esperando, deciden botar sus celulares al mar cinco personas. Los demás estaban siendo arrestados. No se les encontró más que toda clase de droga y unas llaves de un vehículo, auto del que era propietario uno de los criminales. Cargaba un arma de fuego.
Una llamada sorpresa
En busca de un yate. La banda de venezolanos se encuentra en La Punta, Callao. Esa cálida mañana del 30 de octubre van decididos a alquilar un yate. Quieren divertirse a lo grande, por lo que llaman a unas prostitutas para que los acompañen y llevan droga. Rodrigo Valdivia (35) se encuentra alquilando yates junto con unos colegas más, pero nota algo extraño en ellos. Ese grupo se ve demasiado sospechoso para él, por lo que hace una llamada ni bien ellos se van retirando de la zona junto con el yate.
“Hay unos bandidos que se están dirigiendo para el muelle, se nota que son de mal vivir, unos sicarios”, fue lo primero que le comenta a su amigo que es policía de la zona. Después de unos minutos de plática, cuelga la llamada y sigue esperando más clientes junto con sus amigos en La Punta. El policía va y le comenta al coronel sobre lo sucedido. Una vez mencionado, a las 4:00 p.m. se le hace conocimiento a la Dirincri de la Av. España. Le consultan si tienen antecedentes. En efecto, los tienen. Sueltan toda la información necesaria para que comience el operativo. Un grupo de sicarios que tiene el control de las prostitutas por todo el boulevard de Risso, en Lince.
Libertad plena
Nadie quiere testificar. La policía deja en libertad a la banda de sicarios. Al encontrarse en el Callao, no hay gente en contra que pudiera hablar. Si existiera alguno, lo más probable es que no diría nada, es tan temida que, por el bien de sus vidas, prefieren vivir del miedo. El miedo les ganó desde que cometieron asesinatos muy significativos. El primero fue a una prostituta en Lince, al no pagar el cupo que se le indicó, la mataron a sangre fría. La segunda fue en el mes de septiembre, a un vigilante de discoteca en Risso. Frank Alvarado (29) fue asesinado en la madrugada, quien salía de su trabajo y fue impactado por 20 balas, matándolo al instante.
Frank pudo usar su arma, pero los impactos fueron más rápidos que su accionar. Según la policía, se trataría de algo personal, esto porque el guardia había desalojado a algunas prostitutas que se encontraban por la discoteca donde él trabajaba. El arma de él se encontró finalmente el 30 de octubre, en el auto de uno de los sicarios.
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