Una psicóloga empresaria
Una camioneta negra Toyota Land Cruiser llegó a la puerta del banco BBVA ubicado en el óvalo de la Fontana en el distrito de La Molina. Era un día soleado del mes de marzo del 2019 y de ella bajó Carmen Mayumi Kanegusuku Koo, una peruana de ascendencia japonesa que tenía, aparentemente, el interés genuino de compartir una vivienda con una compañera y poder repartir los gastos de un departamento. Mayumi, como la llaman todos, en ese momento no era ni tan delgada ni tan robusta, pero sí que sabía de marcas de ropa. Vestía zapatillas Nike, cartera Louis Vuitton y joyas finas de oro, realmente tenía buen gusto.
Esperándola frente al mismo banco, se encontraba Tania Palomino, una chica de clase media, que había llegado de Huancayo hacía dos años y que se había quedado sin compañera de cuarto. Tania utilizaba Facebook como herramienta para poder conocer a otras personas que estén en la misma sintonía de compartir un departamento, ya que era más sencillo y podía direccionar su búsqueda en el distrito elegido. Uno de los grupos de la red social más usados por los molinenses se llama Molivecinos, en ese grupo los vecinos de La Molina suelen publicar sus actividades comerciales, desde la venta de pan casero, alquileres, venta de artículos usados como bicicletas, hasta el menú del día. Así, esta página resulta siendo muy positiva y útil, pero, sin embargo, el 30 de marzo del 2019, Tania no se imaginaba que su pesadilla disfrazada de suerte había iniciado a través de ese grupo.
Ese día, la chica de rasgos asiáticos le dijo a Tania para conversar en San Antonio, una cadena de cafés que se encuentra en la avenida Raúl Ferrero. Ahí fue donde Mayumi realizó su impecable presentación. Le dijo que era una psicóloga egresada de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFE), pero que en aquel momento dedicaba su tiempo completo a los negocios familiares. Le dijo que una de sus empresas era un salón de belleza, pero que el negocio más importante estaba relacionado a la cadena de las pollerías Norkys, en donde ella administraba algunos de los locales ubicados en Lima.
Entre otras cosas que hablaron, Mayumi le contó que ella estuvo casada con un joven descendiente de japoneses llamado Taneku, el cual fue un matrimonio arreglado por costumbres japonesas y que estaba con los trámites de divorcio, siendo esa la razón principal de su mudanza. Era evidente que la joven podía alquilar un departamento para ella sola, pero realmente prefería vivir con alguien más. Mayumi sugirió que buscaran un departamento con mayores comodidades y que ella se encargaría de pagar más por él en el caso el costo del mismo sea algo elevado, ya que el dinero no era ningún problema para ella.
Tania cerró su percepción sobre Mayumi, sentía que sus personalidades encajaban, que era una persona estudiada y de buena familia y que era evidente, por como la mujer se veía, que tenía dinero para poder solventar los gastos compartidos sin ningún problema.
Estuvieron hablando por días, mientras buscaban el departamento ideal que tardaron cerca de un mes en encontrar, y así fue como empezaron a salir a distintos lugares, fortaleciendo la “amistad”.
El pantalón pijama
– Apropiación ilícita contra el patrimonio, eso ha sido en Miraflores el 30 de marzo del 2022. – Nos cuenta Luis Manuel Aguilar Vásquez, un policía perteneciente a la comisaría ubicada en la avenida Alameda del Corregidor en la Urbanización Las Praderas de La Molina, quien muy amablemente aceptó brindarme la información de las últimas denuncias realizadas en contra de Mayumi. – Se ofreció a reparar el vehículo de la denunciante con la placa tal, le dijo a la denunciante que conocía a un mecánico y al tener mucha confianza con la denunciada, ella se lo entregó y hasta la fecha no lo ha recuperado. – se ríe en tono sarcástico y negando con la cabeza.
Cuando la pandemia del COVID-19 se dio a conocer en mayor porcentaje en el año 2020 y la crisis sanitaria en el Perú era crítica, habían varios limitantes para que una persona pueda sobrellevar esta enfermedad del virus, entre las más complejas se encontraba la falta de camas UCI y la demanda de los balones de oxígeno.
Carlos Gionisio Rodríguez un joven residente del distrito de San Juan de Lurigancho, levantó una denuncia por estafa. Él dice conocer a Mayumi porque es de su barrio, afirma que ella vive por el paradero 10 de Las Flores y que ella se ganó la confianza de la familia Rodriguez. Ante una de las peores debilidades como lo es la vida o la muerte, ella aprovechó la situación. Los padres de Carlos fueron contagiados por el COVID-19 y necesitaban con urgencia un generador de oxígeno, es así como Mayumi se ofreció a conseguirles uno al precio de 5800 soles. El día que fueron a recoger la maquinaria, ésta estaba muy vieja así que la familia se dispuso a exigir un generador nuevo.
– Me hizo traspasarle a otra persona la máquina y esas personas le depositaron los 5800 soles a la cuenta de ella directamente, Mayumi me dijo que espere la máquina nueva. Estuvimos esperando por días, luego pasaban las semanas y nada, a las finales se olvidaron de mí. Averigüé sobre su vida y resultó ser una estafadora.
Carlos, tristemente, se dio cuenta que había sido víctima de una estafa y no sabía cómo recuperar el dinero que con mucha dificultad pudo reunir junto con su familia para poder ayudar a sus padres. Mayumi se desapareció por tres meses desde entonces hasta que supieron de ella el 10 de diciembre del 2020, día que fue arrestada y llevada a la comisaría de Las Praderas anteriormente mencionada.
Mayumi estaba descalza ese día, era curioso ver que una delincuente llevaba puesto unos pantalones pijama del pato Lucas que no iban acorde con su personalidad. Pedía a los policías de la comisaría que no era necesario que la llevaran a la fuerza.
– Ya, llévame a la comisaría – le dice al policía con voz calmada mientras recibe gritos de las hermanas de Carlos.
Después de unas cuantas horas, Mayumi salió de la comisaría libre, este caso, aparentemente, no se encuentra registrado en la sede policial.
–Sabemos que se van a lavar las manos, la van a dejar ir como si nada hubiera pasado. – Dice Carlos con impotencia.
Gastos desorbitantes
– Tania, te recojo de tu trabajo, es viernes, necesitas distraerte, vamos por ahí, por Miraflores – Le escribió Mayumi a Tania por medio de la aplicación de Whatsapp
– ¿Vas a venir hasta la Molina a recogerme para luego ir a Miraflores? – Le respondió
– Si, fresh, ¡entonces paso por ti!
Tania es una mujer de 34 años en la actualidad que siempre ha llevado una vida tranquila, le gusta viajar cuando tiene el tiempo disponible, pero que por lo general no suele salir a bares o clubs nocturnos muy seguido, más aún en el 2019. Sin embargo, Mayumi se ofrecía a recogerla muy frecuentemente del trabajo y la llevaba a donde ella necesitara o donde acordaran ir. Solían visitar bares pitucos de Miraflores como El Olimpo, Tasca Bar, Lima Bar, entre otros, así como restaurantes tales como La Panka, Oliver, La Bomboniere y siempre que salían, Mayumi era quien corría con todos los gastos, no escatimaba en consumos y siempre pagaba las cuentas de ambas.
Entre las salidas que tenían, Mayumi trataba de conocerla al milímetro, empezó a entender su personalidad y sus debilidades.
–Me enganché popo a poco a ella, yo me sentía cómoda yendo a los lugares donde me llevaba – me cuenta Tania, mientras recordaba todos los sucesos que pasaban por su rostro como ráfagas de recuerdos – Me gustaba hablar con ella porque era súper madura y la pasábamos bien. Le conté toda mi vida. Era como mi confidente. – Tania cambió su tono de voz, se le sentía traicionada y triste - Claramente su fin era escucharme todo lo que pueda y almacenar toda la información que pueda obtener de mi para estudiarme y saber cómo llegar a mí.
Tania sentía que Mayumi era una bendición, que finalmente había conocido a una buena amiga con quien podría pasar sus tiempos libres y hacer cosas de chicas. Ella nunca conoció su casa en Miraflores, solo sabía que vivía por ahí, que salían de fiesta en ese distrito y que luego la llevaba de Miraflores hasta La Molina en la camioneta, para luego regresarse con las mismas a Miraflores. La distancia entre Miraflores y La Molina es de casi 16 kilómetros y se llega en 30 minutos manejando. Esto se había convertido en una rutina casi diaria, ya que, si no iban a bailar los fines de semana, aunque sea salían a comer o a tomar un café en Manolos. Es así como Mayumi gastaba mucho dinero en salidas yendo a lugares caros, le daba consejos sobre distintas situaciones que vivía y hasta empezaron a viajar. Se iban en la camioneta a la playa o a lugares cercanos a Lima como Huacho para disfrutar de lo poco que quedaba del sol antes de que se empezara a sentir el otoño.
Para el mes de mayo, empezaron a vivir juntas en un departamento de La Molina.
La camioneta Land Cruiser
– Ha tenido demasiadas denuncias en el 2020. – Me sigue contando Luis Manuel Aguilar Vásquez, el policía de la comisaría - En Miraflores por hurto, fue una cámara marca Canon valorizada en 1300 soles y fue en conjunto con un venezolano, el señor José Talmay. Ellos estaban cortando el cabello. Ella estaba en atención al cliente y distrajo a la denunciante y el venezolano hurtó la cámara, cuando pidieron revisar los videos de seguridad del establecimiento, los minutos de hurto no estaban registrados en la cámara. ¡Ah! Seguro ella los borró para eliminar pruebas – se ríe – tremenda esta chiquita.
Se descubrió a través de mensajes de Whatsapp que la camioneta negra Toyota Land Cruiser que Mayumi manejaba, no era suya, que los dueños eran una pareja de esposos de apellido Vargas Grados y que, en confianza, le habían prestado la camioneta. Pasado un tiempo, ella les dijo que la habían chocado y que estaba en proceso de reparación.
– ¡Tiene 23 denuncias esta señora! Entre denuncias hechas y recibidas. Las denuncias quedan, pero si no hay pruebas no se pueden armar carpetas de investigación y la fiscalía los archiva. – Exclama Luis - ¡Tiene un montón de denuncias!
La tarjeta defalcada
Tania se considera una persona despistada, sin embargo, ella sentía que se le desaparecía dinero, el sencillo que ella dejaba en los bolsillos de su casaca o en el velador al costado de su cama, sin embargo, no le daba la importancia debida.
El 4 de Julio del 2019, Tania trabajaba en el edificio Capital ubicado en la avenida Javier Prado frente al Wong de la urbanización Camacho. Ella no era de usar tarjetas de crédito, pero el Banco de Crédito del Perú (BCP), le ofreció una tarjeta dorada. Después de mucho tiempo de rechazarla, bajo la persistencia de los vendedores de la tarjeta de crédito, finalmente, ella la aceptó, así que la recogió en su hora de almuerzo al banco ubicado frente al Wong antes mencionado y sin darle tiempo para realizar el cambio de la clave, se la llevó con el sobre sellado con el que suelen venir las tarjetas nuevas y la guardó en su closet, decidiendo que la usaría en caso de tener alguna emergencia.
Luego de tres meses de adquirida la tarjeta, Tania recibió una llamada del BCP en donde le informaron que la deuda de su tarjeta ya había vencido. Era imposible, ella jamás la había usado y la tarjeta debía seguir dentro de su closet, o eso era lo que ella creía. El consumo de la tarjeta fue por quince mil soles y habían sido retiros realizados en cajeros de distintos grifos Primax entre los distritos de Miraflores y La Molina. Disponía entre 1500 soles a 2000 soles al día, siendo los retiros realizados entre el 16 y el 23 de mayo del 2019.
Cuando Tania regresó a su casa, revisó que su tarjeta estaba aún en su lugar, pero que el sobre había sido abierto. Aprovechando que Mayumi aún no regresaba, por primera vez pensó en inspeccionar el cuarto de su compañera, encontrando cosas extrañas como fotos suyas y de otras personas, cabellos dentro de pequeñas bolsas de plástico y su ropa interior en el cesto de ropa sucia.
En ese momento, Tania, asustada, salió en busca de ayuda, se comunicó con Mayumi, le pidió explicaciones, pero Mayumi negó todo. Finalmente le escribió por Whatsapp:
– Esto fue tu culpa por confiar en una persona que no conoces.
Tania estuvo viviendo con una delincuente durante dos meses.
¿Dónde está Mayumi?
Según una tesis desarrollada por Cinthya Torres en la escuela profesional de derecho de la Universidad de las Américas, Carmen Mayumi Kanegusuku Koo tuvo una infancia complicada.
Ella nació el 2 de diciembre de 1992, a la edad de dos meses su madre la abandonó regresando a Japón, su país de origen. Su madre, que en Perú tiene el nombre de Virginia Koo Fujimoto, regresó cuando cumplió los siete años, entrando en disputa por la tenencia de su hija que estaba a cargo de sus tíos políticos. Durante esos siete años, Mayumi vivió con sus abuelos por algunos años y luego del fallecimiento de los mismos, vivió en la casa de sus tíos, pasando por diversas dificultades a lo largo de su niñez.
Mayumi empezó a tener denuncias en el año 2016 cuando tenía 24 años siendo la último registrada en el presente año, 2022. Había convencido a las personas que tenía un título en psicología, el cual fue investigado y desmentido por Sonia Gutierrez, una señora que vive en una zona acomodada de La Molina a quien le robó sistemáticamente en su vivienda mientras le daba terapias psicológicas a su menor hija.
Creó empresas falsas como Kane Import S.A.C y Nok Servicios Generales S.A.C, que hoy se encuentran sin actividad alguna.
Lo último que se sabe de Mayumi es que ingresó a la Universidad César Vallejo escuela de psicología en la sede de Trujillo el 28 de agosto del 2022, informe obtenido desde la página de admitidos de la misma universidad.
Las denuncias realizadas por muchas personas entre las cuales se encuentran Tania Palomino, Carlos Rondriguez y Sonia Gutierrez, han sido archivados por la fiscalía a falta de pruebas.
En el proceso de mi investigación, un señor que dice ser policía bajo el nombre de Elvis Olmos, me contactó por medio de Facebook para advertirme que él conoce a Mayumi y que le ha contado que yo estoy realizado una investigación sobre ella. Me comentó que los abogados de Mayumi ya están al tanto en caso yo haga pública esta investigación para tomar medidas legales.
– No te preocupes que hay otras cosas que creo son más importantes y que están pasando ahora en las que puedes enfocarte para desarrollar tus dones como profesional – Fue el mensaje recibido por Elvis.
El modo operandi favorito de Mayumi fueron las redes sociales especialmente Facebook, ahí conoce a sus víctimas para cometer sus delitos, sin embargo, la mayoría de denuncias realizadas han sido expuestas a través de las mismas redes para alertar a los vecinos sobre esta delincuente que al día de hoy sigue suelta por las calles con todos los casos de denuncias archivadas.
Es posible que realmente obtenga su título de psicóloga dentro de un tiempo y que lo use para manipular a sus pacientes o tal vez algún día te encuentres con ella comprando en el mismo supermercado que tú, mientras utiliza la tarjeta de crédito de alguien más.
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